viernes, 31 de octubre de 2008

DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA

Una de las primeras sorpresas llegado a Roma fue reencontrarme con Julia, la supuesta hija del emperador Tito, y que con tanto gusto observé cara a cara de la manera más casual, cuando hace ya quince años, por fotos, me tocó fijarme en su famoso peinado (es conocida por La dama de la permanente) y, en especial, por aquel examen de Arte de Selecctividad, donde reconocí su particular entrecejo que la hace única, realista.


Casi al despedirnos de la ciudad, alguien me recordó lo oportuno de visitar todas las fuentes posibles que adornan Roma, aunque la última, un recuerdo imborrable, es la de este servidor que en una bocacalle de la Vía Veneto es objeto de terror de niños y gente impresionable. Su agua nunca se bebe.

miércoles, 29 de octubre de 2008

SER FRANCO Y TENER FRANQUEZA

Libertad, sinceridad, generosidad. Tres palabras sinónimas que según la Rae, responden de manera directa a otro sustantivo que, si ustedes caen en la cuenta, apenas se usa en nuestra lengua castellana, al menos de un tiempo a esta parte. En efecto, la franqueza, hacer las cosas con franqueza más concretamente, no está en la lista de expresiones populares en la sociedad española actual. Hoy día nadie es franco contigo, sino sincero, veraz o realista. Hay, dentro de nuestro rico léxico, decenas de palabras que superan lo incorrecto de nombrar a la bicha: ese “se murió porque estaba malo”, porque el sólo hecho de no pronunciar esa determinada palabra es ya una conjura. Ocurre igual con otros vocablos que por pudor o vergüenza bien que son sustituidos por otros tantos. A todo esto, ya ven, en Dos Hermanas hace pocas semanas que la Junta de Gobierno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad dedicar una calle a uno de los grandes maestros que, guitarra en mano, son historia viva del arte existente en la ciudad. Cualquiera que conozca al protagonista de esta historia, el bueno de Luis Franco, padre del artista Paco Jarana y suegro de Eva la Yerbabuena, ofrecería más y mejores palabras a favor de este nazareno de puro en mano, mirada altiva y ánimo serenísimo. Conocí a Luis en aquellos locos compases de los Romeros de Valme, cuando enseñaba (aún lo hace) a decenas de chiquillos a tocar la guitarra en la calle Amancio Renes, me parece. Era yo pequeñito entonces, pero aun así pude apreciar ya su elegancia y su flamenco de barrio a flor de piel. Desde entonces ha sido un referente, y nuestro saludo cordial no ha cesado tras tantos años. Su reconocimiento no llega tarde, puesto que ni está enfermo ni se ha ido para no volver. Su nombre en letras de molde lucirá orgulloso en el callejero de la ciudad. Sólo desearía una cosa. Cuando él se vaya, cuando los que somos más jóvenes nos vayamos (guárdense usredes de que espero con ansia que sea más que tarde) nadie se olvide de que la calle o plaza Luis Franco no es producto de una singular etapa de nuestra historia nacional que sería oportuno olvidar. Como la memoria trata de ser justa pero a veces el olvido o la ignorancia son crueles guerrilleros, ruego pongan en este nuevo rótulo la figura esbelta de la mejor de las guitarras: una que nunca se destemple, que resuene sin dudas, que a nadie confunda.

lunes, 27 de octubre de 2008

LUCES EN LA CARRETERA


He escuchado en la radio que la DGT está fomentando el uso de las luces de los coches las veinticuatro horas de la jornada. Cientos de informes en todo el mundo lo avalan. Llevarlas de cruce (no las de posición o las largas) durante el día disminuye el riesgo de accidente, ya que éstas nos permiten identificar mejor el tamaño y distancia del vehículo que tenemos delante. No es mala la manera de evitar, según anuncian los expertos, hasta 6.000 muertos al año por accidentes de circulación en toda la Unión Europea. La propuesta, que podría hacerse efectiva por vía legal antes de 2010, se implantas de manera gradual en España: de momento, sólo es un consejillo, y además, se aplicará en las carreteras interurbanas como primer estadio de lo que se prevé su total implantación. Está claro que la falta de luces, esa escasez de medios para vislumbrar lo que tenemos delante poco antes del tortazo definitivo, es remediable en el código de circulación con muy poco esfuerzo. Ver mejor, sin estrecheces. Qué paradójico resulta, sin embargo, que en el breve plazo (seis meses mal contados en política son un suspiro) nadie en este super gobierno haya sido un poco visionario y haya pensado alumbrar también con grandes focos a empresas, multinacionales y trabajadores para remediar (que no evitar) los estragos de esta cacareada crisis. El provecho, que se ha ido aminorando conforme pasan los minutos del reloj, será sólo sentido por los mismos de siempre. Más que regalar millones de euros a los ricos, banqueros de gomina y puro en mano, más bien sería regalar a pelón en todas las plazas de España esos fondos que –dicen- tanto bien nos harán entregados a unos pocos, cuya gestión ha llegado al extremo. Con las luces apagadas, con las luces apagadas, ya ven.

martes, 21 de octubre de 2008

ROMA, FLORENCIA, VALME

En el diario personal que comenzamos el pasado 11 de octubre, los días se han hecho acaso más singulares, el tiempo se ha parado pese a la alarma de los relojes; hemos pasado de contemplar la maravillosa mano del hombre occidental para, tras seis días de ajetreo, reencontrarnos con la realidad de lo cotidiano, aunque sea un acontecimiento que sucede cada año con pulcra exactitud. En Roma, aquel peligro para caminantes según Alberti, hemos encontrado viejas fotografías de instituto sobre los libros de texto. No contenían esas imágenes pretéritas, empero, fragancias reveladoras que salían de trattorías, ristorantes o tiendas de poca monta. Se vive allí mucho antes que en España, y como ejemplo purificador, seguro que nadie es capaz de rebelarse ante la rutinante velocidad de la ciudad eterna, porque el tiempo es oro y sus rincones, muchos. Visitamos aquella ciudad sumergida que rescataron los Papas, la Antigua, repleta de añicos que son cubiertas de mármol donde se reescribe la historia. Nos sentamos en el último o penúltimo banco de Santa María la Mayor, del Pópulo, Ara Pacis, Trastevere, Santa Cecilia, San Juan de Letrán, o San Clemente, en donde comprobamos la leyenda del tiempo en dos sótanos que resumen entre tinieblas casi dieciséis siglos de fe. Hemos visto de Roma a amigos de la infancia que estudian allí para hacerse más grandes. Visitamos la plaza de Navona, las escalinatas de España o Piazza di Fiori, en donde siempre recordaré el lienzo que no me terminé de llevar. Parecía foto, cuando era pintura...

Un saludo al Santo Padre en San Pedro, y ganas de ponernos de rodillas en la Capilla que mandó pintar Julio II. Penitencia tras subir a pie más de 500 escalones y admirar un poquito más de cerca el horizonte romano. Por tres noches consecutivas vinos tirar monedas a la Fontana de Trevi, santuario de regreso para dar descanso al viajero, helado en mano. Y en éstas, Florencia nos regaló en varias horas la mayor conjunción de arte por metro cuadrado, con su Duomo de par en par, su puente viejecito y coleando, un tren con cierto retraso, los Ufizzi con mala cara, o los Miguel Ángel por doquier dándonos otra vez la bienvenida. Enriquecidos por lo humano y lo material, las horas de avión se hicieron más lentas. Esa semana, la tercera de octubre, es muy especial si se es de Dos Hermanas. Por eso hicimos Quinario entre turbulencias y duermevelas en un avión de regreso. No llegué a verla en las Vísperas, pero cuando enfiló Botica, la mañana del domingo despuntaba y ahí estábamos como cada año, siguiendo su camino de flores rizadas y aromas de nardos. No hay nada como sentirse en tu propia casa.

viernes, 10 de octubre de 2008

BUENO, CHAO


Nos vemos en unos diez días. Ustedes se hacen cargo.
Adeu.

martes, 7 de octubre de 2008

ROMERÍA 2008


Aquí la tienen ustedes, fresquita la joven Romería, que cumple ahora 12 años, no tantos como la otra protagonista de la pintura. El próximo fin de semana llega una nueva edición de la revista de la Virgen de Valme. No sé si será por las circunstancias que rodean su nacimiento este año, pero creo que llega sin hacer mucho ruido. Como la conozco desde sus primeras pataditas, os diré que promete mucho desde su inicio. En efecto, en sus páginas se encontrarán imágenes actuales de esos fotógrafos destacados de Dos Hermanas que tanto bien hacen con sus artilugios (Alfonso Vidán, Daniel Vaquero y Paco Alés). No se pierdan su contenido. Hay mucho, inédito, variado y de interés. Me emocionó la historia singular de un señor que viene a verla cada tercer domingo de octubre, andando, desde una localidad vecina, sólo por una promesa en un momento de rabia y dudas. El relato de dos mujeres de la calle Alcoba que hacen las flores de unos faroles que dan mucha luz. Hay arrebatos de prosa escogida, como los de Álvaro Romero (compañero del alma tan temprano) o Álvaro Cueli (cuñado del alma en breve). Está la Protectora en Sudán, como nos recuerda Juan José Domínguez. También en la lejanía temporal: Germán Calderón rescata (sin polémicas) aquella procesión del fin de la contienda. Hugo Santos, tan suyo, revive la historia de un cartel prodigioso, y mi amigo Fran Ricardo ha hecho balance (un balance sincero y original) de la Romería de los carreteros. Paco Povea echa mano de las sevillanas, con ‘Los de Valme’ en la retina o su ‘Bambino Nazareno’, que se fue del todo. Pero hay más y no quiero descubrir del todo a quien no ha llegado del todo aún. Rebusquen entre sus fotos antiguas, pues verán caras de toda la vida, con distinto rostro quizá, pero aplicables al todavía si se lo proponen. Hemos encontrado también noticias que sorprenderán a más de uno, porque, como cada año, si en Romería no se publica alguna cosa que nos mueva y llame…Disfrútenla.

lunes, 6 de octubre de 2008

COMO LLEGA LA PRIMAVERA...


Nada mejor que compartir estos días azules con los sufridos lectores que visitan este blog. Quedan pocas jornadas, y a la espera de la llegada de la revista Romería, cuya portada serán ustedes los primeros en conocer, aquí les traigo como anticipo la reproducción de una poesía dedicada a la Virgen de Valme por el poeta palaciego Joaquín Romero Murube. Es del año 1963, ejemplar único de la serie que el autor de Los cielos que perdimos nos dejó antes de su recordado Pregón. El ejercicio que les pido es muy simple. Sólo tienen que pulsar sobre la imagen para verla en su tamaño original. Así podrán apreciarla en todo su esplendor. Pueden incluso tomarla como regalo: sólo guárdenla como, y seguirá vigente otros cincuenta años más.

viernes, 3 de octubre de 2008

¡ALTO O DISPARO!


Ha ocurrido en Sevilla, a una de esas horas de entresemana en las que la gente, si es de la Alameda de Hércules y hace calor, se queda a las puertas de su casa charlando amablemente con el vecino de al lado, por mucho que sea ya la hora de madrugada o mañana haya que trabajar. Cuatro vecinos departían acerca de lo divino y de lo humano en plena calle a eso de la fresquita. Aún los hay con esa costumbre por aquí pese a ser una tradición que se pierde cada día con el condicionated air. Pero los malvados han recibido una multa de la policía local hispalense. El motivo, interrumpir las horas de sueño de sus congéneres en una noche tan silenciosa. Cien euritos de nada a cada uno por sonar voces (las de cuatro amigos) en la oscuridad que rompen las horrorosas farolas colocadas a instancias de Monteseirín. Qué lástima que los ínclitos, gente chunga a toda vista por no ver la tele en casa como todo el mundo o estar en la cama a esas horas, no estaban ni gritando, ni miccionando en una papelera. Si acaso estuvieran liándose un buen porrito quizás se hubiera pasado por alto su tropelía. Lo peor de todo es que, si con buenos licores comprados en el super de la esquina hubieran hecho botellón en la acera, tanto revuelo no se habría formado por tan poca cosa. Seguro que los municipales gustosamente les hubieran acordonado la zona: cortes de tráfico rodado, vallas protectoras o un buen servicio de limpieza a su entera disposición.

jueves, 2 de octubre de 2008

LA HORA DE LOS VALIENTES


Nota del autor: Me van a permitir ustedes

el tono de esta entrada, pero por el tema en cuestión

y el pelaje de su protagonista los chusco de su contenido

creo que queda totalmente justificado.


¡Venga, Lance Armstrong, chulito, que ha llegado la hora de demostrar lo valiente que eres! Es el momento de dejar de creerte un mártir, de sacar pechito, de sacudirte a la gente como moscas gracias a tu manojo de guardaespaldas. Hoy, he leído jubiloso que la Agencia Antidopaje Francesa te ha propuesto que le permitas realizar un análisis de las muestras recogidas en tu pis incorrupto del Tour de Francia de 1999. Sí hombre, esa carrera que ganaste no con cinco marchas, sino con seis en el cuerpo, como los coches de gama alta. ¿Sabes? Considero que no tienes por qué hacerlo, pero como ahora vuelves a redimir al ciclismo de ese letargo que sólo tú aprecias, ya que has manifestado que tus continuadores en la Grand Boucle (Pereiro, Contador y Sastre) no están a tu nivel, bueno será terminar con los rumores sobre tu supuesto dopaje en la larga trayectoria que tuviste. Bueno, larga porque fueron siete años. Algunos te llamaban rey, pero más bien era por lo poquito que trabajabas, chaval, un mes justito por temporada. Con éstas, La agencia francesa te ha pedido analizar cinco muestras recogidas en cinco etapas diferentes para comprobar si existe o no esa presencia de EPO que te achacan. ¡Uy! La palabra maldita. Espero que no salgas corriendo en dirección contraria. Siempre has sido muy echado palante. Bueno, y un poco hipocondríaco. Sólo así se entiende que llevaras a todas partes un nutrido equipo de médicos a tu entero servicio. Ni el difunto Juan Pablo II era velado las veinticuatro horas del día. ¿Y por qué ahora examinar tu pipí? Hombre, no estaría de más recordar que el prestigioso diario L'Equipe publicó poco después de tu séptimo triunfo (en el Tour en 2005) que había muestras tuyas de EPO analizadas en la prueba del 99. Venga, no seas cobardica. Dale un sopapo a los franchutes, y a tus antiguos compañeros de equipo, a algún masajista que ya no soportó más y también cantó, o a ese grandísimo ganador que fue tu compatriota Greg Lemond, que ganó un Tour años después de recibir un cartuchazo de escopeta (varios días en la UVI) y aún no cree en ti, ni creerá jamás. Anda, piénsatelo. Fíjate que no te van a quitar nada, hijo mío, que el supuesto delito (oh, quién osa siquiera a pensarlo) ya ha prescrito. Ese puñado de Tours para ti, que nadie los quiere de segundas. Pero que sepas que hoy día todo ha cambiado. Ahora hay una verdadera lucha contra los tramposos. A lo mejor, de vuelta ya de todo, no te importa correr para llegar el último. Pero al menos, reconoce de una puta vez lo que el mundo entero ya sabe.