Alas de colibrí para esa muchacha cuya invidencia y la mala fortuna le han costado la amputación de su brazo. Artista de calle y puñado de monedas, voluntad de hierro, una guitarra compañera... Es la historia de otro capricho: quienes más sufren en la vida aún se llevan la peor parte. Ojalá que, como dicen, la reimplantación del brazo sea un éxito. Alas de colibrí...
jueves, 20 de mayo de 2010
MUSICA EN EL METRO
Publicado por Fae en 14:56
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