Ajeno estaba hasta esta misma semana a las sensaciones que teníamos hace algunos años. A partir de 2005 comenzamos a participar en carreritas particulares unos amigos y yo, y recuerdo que yendo en coche camino de cada salida siempre había alguien que decía que no había podido dormir bien aquella noche por los nervios. Esas sensaciones, a fuerza de costumbre, se me habían olvidado... hasta esta semana, digo. Con la Maratón, acumulo ya varias noches durmiendo inquieto, o despertándome, inusual en mí, antes que el reloj, o a mitad de la noche por cualquier tontería. En este sábado envisperado, a eso de las seis de la mañana ya estaba en pie. A las nueve, una carrerita para estirar piernas. Alrededor de veinte minutos que me han servido para templar ánimos y prepararnos para la que nos toca en veinticuatro horas. Espero que las molestias que siento en el sóleo de la pierna izquierda no tengan importancia.
sábado, 12 de febrero de 2011
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1 comentario:
Aunque no te lo haya dicho, sabes de sobra que llevo toda la semana leyéndote.
No sólo has sido compañero de entrenamiento, de fatigas y confidencias excelente; sino que además, has hecho que llegar hasta aquí merezca la pena. Mañana serás el mejor maratoniano -terminemos o no-, solamente tú y yo nos comprendemos en nuestro esfuerzo, ilusión y en las agujetas que se sienten.
Un abrazo, socio.
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