martes, 7 de febrero de 2012

CONTADOR A CERO


Un ciclista jamás se come un filete en medio de una prueba ciclista, la más importante del mundo.
Un ciclista no come dos días seguidos un trozo del mismo filete "porque la carne está muy buena".
Un ciclista no puede decir que la carne que compró en Irún estaba contaminada con clembuterol sin ninguna prueba.
Un ciclista no puede ocultar que desde hace años estaba bajo sospecha.
Un ciclista no tiene autoridad para decir que su sola palabra le libra de toda sospecha.
Un ciclista debe acatar la decisión de un comité que le sanciona por tener una sustancia dopante en su organismo en plena competición.
Un ciclista deber ser un ejemplo de deportividad. Otros en su mismo caso han callado, o han confesado.
Un ciclista con clembuterol en su cuerpo no tiene excusa. Por mucho que todo el mundo opine que es inocente.
A veces, la opinión no cuenta. Cuenta la verdad. Los ciclistas no comen filetes. No los comen.

No hay comentarios: