viernes, 31 de julio de 2009

ANTES Y DESPUÉS


Eran aquellos años de niñez, eran aquellos veranos de vecinitos sentados en el pollete de la casa de Anita la Colorá, a la espera de algún amigo con balón o varios juntos para jugar al pescar. Eran los años 80, de telediarios sorprendentes por los últimos viajes a la luna y proyectos tecnológicos que ya se anunciaban para el nuevo siglo. Recuerdo aquella mañana que nos preguntábamos qué edad tendríamos en el año 2000, y qué estaríamos haciendo. A mí me tocaban 26 años, y se me doblaban las piernecillas al pensar quién sería yo llegada esa era fantástica, de la que la televisión aseguraba que los tradicionales coches se desplazarían por el aire, y que visitaríamos cuando nos diera la gana otros planetas… No me pregunten por qué, pero esta tarde, en este rato de remembranzas y escrutinio de sentimientos, me acabo de percatar de que acabo de responder a la incertidumbre que tenía aquel chiquillo de ocho años más o menos: En la era del siglo XXI el yo que imaginé ¿saben? echa de menos al primero.

lunes, 27 de julio de 2009

OTRO PEQUEÑO PASO...

Una de mis aficiones menos reconocidas (a las que tampoco hemos hecho mucho hincapié para hacerlas visibles ante el respetable) es mi admiración por el universo: los planetas, constelaciones, estrellas y demás ejemplos que bastan con echar la vista al cielo. Me encantan estos entresijos de la ciencia, de la astronomía, viajes espaciales e historias de astronautas que han visto nuestro mundo como seres ajenos. Aprovechando la efemérides que nos ocupa, los cuarenta años de la llegada del hombre a la luna, lo cierto es que he visto y leído muchos reportajes sobre el polémico Apolo 11, que dicho sea de paso, parece parte de una vulgar tramoya propia de un teatro de tercera, según lo tienen expuesto en un Museo de Washington. En nuestra prensa diaria, y muy especialmente en Youtube y páginas especializadas (si es que las hay) en la red, podemos sospechar que el primer alunizaje, efectivamente, está pasando ahora por la crisis de los cuarenta. El análisis de las fotografías tomadas en Selene dan mucho juego, amén de las que se han perdido, o los rollos de cinta de vídeo misteriosamente desaparecidos, según reconoce desde 2002 la Nasa. Pese al engaño, visto un riguroso reportaje elaborado por el Canal Documanía, ese mundo extraño me es fascinante. Como ocurre en los programas del corazón, tengo una terrible inquietud: por mucho que quiera (queramos) saber la verdad, siempre nos encontraremos con dos posturas claramente posicionadas. De cada parte, por supuesto, la confianza de que jamás nadie podrá evidenciar más datos objetivos al asunto. Así, dándome una vueltecita por un blog amigo he visto una fotografía (la que ilustra esta entrada) que me ha resuelto mi particular misterio. “Un pequeño paso…” Pues eso. Seguiré mirando hacia arriba, pero es momento de olvidarnos de inútiles polémicas.


N.R: Espero que el autor de www.losbocoydepepe.blogspot.com no se moleste por la apropiación que he hecho de su originalísima fotografía que aquí he tomado prestada. Atentamente.


martes, 21 de julio de 2009

LOCURAS DEL VIEJO SUEÑO

Una pequeña estatuilla de la Libertad enfrente de mí, delante del ordenador, más de 500 fotos repartidas en ocho días de viaje, seis horas de diferencia horaria, miles de años de diferencias entre nuestro mundo y el americano de las barras y estrellas. En pleno corazón de Manhatan las cosas se ven de otra manera. Hay un mundo aparte del Atlántico, con personas multicolores que aparentemente sólo se mueven por los petrodólares. A primera vista, las luces de neón, pantallas publicitarias gigantes, los rascacielos imposibles... no dejan ver en primera persona a tanto ser humano que vive (sobrevive) en Nueva York.

Han aprendido el idioma, costumbres, el capitalismo básico, pero responden en español pese a que se le hable en inglés. La Gran Manzana es una locura imperdonable, pero está ahí, en el país en que la Libertad es una estatua, donde se pone el sol, como siempre, por el ocaso, y decenas de fotógrafos interrumpen el tráfico para sacar la instantánea. Está ahí, en museos grandiosos como el Metropolitan, expolio con o sin permiso de la inmensa historia de la humanidad entera. En el MOMA, casi sin querer, admirarán asombrados cómo los grandes artistas españoles tienen reservados los mejores sitios. En La persistencia de la memoria, de Dalí, se resuelven tantos misterios... En su día, estos locos del pincel ni tuvieron tiempo para ser reconocidos, siquiera antes de morir. Qué disparate el de Nueva York, que está ahí, a siete horas y pico de avión... con su gente amable, sus vistas estratosféricas, y esta sensación de querer aprehender tanta novedad de nuevo.

jueves, 9 de julio de 2009

SKYLINE


En unos diez días les cuento.
¡Nos vemos!

miércoles, 1 de julio de 2009

CUANDO CORRER DUELE (HORAS BAJAS IV)


Comencemos por el principio. Alex, miarma, que no estoy para la Popular de Dos Hermanas. Me ha dicho el médico (resonancia magnética de 40 minutos) que no es grave, pero que hay osteopatía dinámica de pubis. Vaya, que me duele la ingle cuando corro. Descanso y ya. Me ha dicho Agustín y Antonio Ortega que estire, reposo, reposo. Sábado por la mañana, día 27. La ciudad repleta de carteles e indiscretas flechitas pintadas en el asfalto. Y eso sí que es malo, ver flechitas en el suelo y no poder hacer nada. Son las siete de la tarde (eran las siete de la tarde, ya ven) y me llama el interfecto compañero de fatigas. Fae, pues yo voy a ir a correr, qué quieres que te diga, aunque hace dos meses que no hago nada. ¿Ah, sí? Pues déjame que haga una llamadita a ver. Media hora más tarde, un buen amigo me decía que si quedaba libre algún dorsal sería para nosotros… Camiseta, calzonas de la suerte y botines. Lo demás, ya lo saben ustedes. Diez kilómetros de dolor y satisfacción, rozaduras por las plantillas nuevas y felicidad, sudor frío y abrazo de hermano al pasar por meta. No me despido de la temporada sin correr la carrera de nuestro pueblo, por mucho que hace tiempo que otros menesteres me han hecho saber que lo de este deporte viene a estar en un segundo plano. He vuelvo a sentirme un poquito más vivo que nunca, gracias, qué tontería, a un recorrido al trote para aliviar otras penas. Y ahí me ven ustedes. No salía a competir siquiera conmigo. Es la primera vez que salgo exactamente el último de la fila de corredores. Y no miento. Iba el penúltimo y dejé pasar a un señor con carrito por delante de mí para ser un día yo el farolillo rojo. Me hacía ilusión, qué diablos. Quizá haya dolores que se sientan más. He terminado. La marca, la marca: aunque no cuente, 50 minutillos justos. No está mal. Seguro que Valme no se mete conmigo en un par de días. Esos kilillos de más son una broma ya con dos iguales como ésta. Antonio Lozano, Pablito, a ver si pasamos ya a la primera línea, ¡que nos quedamos en blanco otro año!


PD: El famoso embrocador, cual bálsamo de Fierabrás, surtió efecto. ¡Toma, toma!
PD II: Prueba gráfica de la aventura, gentileza de mi amigo Paco Alés.