sábado, 27 de noviembre de 2010

¿Y QUÉ TIENE DE MALO EL SEXO?


Nuestra queridísima Junta de Andalucía, esta vez a manos de la consejería de Medioambiente (que tienes cohones ya la cosa) acaba de anunciar la publicación de un simpático librito en el que desea corregir esa incomodísima inclinación que tenemos nosotros, los seres humanos que habitan esta comunidad autónoma, para expresarnos como nos enseñaron las madres (bueno, y los padres, que a algún lugar irá la igualdad, aunque de toda la vida me enseñaron que la lengua era materna, y aún no hay una puta asociación expertos lingüistas de género masculino que se haga cargo públicamente de su trocito de responsabilidad a la hora de transmitir la capacidad de lenguaje a los hijos).

Todo lo malo que nos pasa es por culpa del sexo. Nuestro lenguaje es sexista, nuestras palabras son sexistas y nuestros pensamientos, origen de todo mal, no pueden ser de otra calaña. Están las palabras revoloteando en pelotas en nuestro cerebro, y tamaño despropósito no se puede arreglar con un librito de 71 páginas en donde se nos participa del buen uso del lenguaje.

La Junta de Andalucía, que ve noches de satén y orgasmos allá por donde va, ha considerado sexista, guarrísimas, las palabras "actor", "el hombre" o "los futbolistas". La ofensiva de estos sustantivos es gravísima. Las "actrices", "la mujer" o "las futbolistas" del Rayo Vallecano, o las futbolistas (ellas) del Ahtletic de Bilbao se libran del escrutinio calentorro de nuestra conserjería de Medioambiente.

Sin duda alguna, el acertadísimo criterio de la Junta está basado en la realidad de nuestros días. Hoy ya no es posible decir “los expertos”, sencillamente porque no los hay. No en vano nuestra Micaela Navarro no tiene título universitario ni profesión relacionada con el importante cargo que ocupa. Sólo en una cosa doy la razón a esta propuesta lingüística del gibierno autonómico. A partir de ahora no se podrá decir solamente “lloras como una mujer”... Aquí estoy tratando de contener las lágrimas. Hay mucho burro por ahí suelto y ya no sabe uno dónde meterse.

PD: Otro día hablamos "en seso" (sin equis) sobre la cuestión. Otro día, también, sacamos conclusiones sobre el gasto (hasta hoy, incierto) que ha tenido este asunto, que han pagado en estos tiempos (no se nos olvide) todos los andaluces... y andaluzas. De esta gente no se libra ni Dios.

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