miércoles, 1 de julio de 2009

CUANDO CORRER DUELE (HORAS BAJAS IV)


Comencemos por el principio. Alex, miarma, que no estoy para la Popular de Dos Hermanas. Me ha dicho el médico (resonancia magnética de 40 minutos) que no es grave, pero que hay osteopatía dinámica de pubis. Vaya, que me duele la ingle cuando corro. Descanso y ya. Me ha dicho Agustín y Antonio Ortega que estire, reposo, reposo. Sábado por la mañana, día 27. La ciudad repleta de carteles e indiscretas flechitas pintadas en el asfalto. Y eso sí que es malo, ver flechitas en el suelo y no poder hacer nada. Son las siete de la tarde (eran las siete de la tarde, ya ven) y me llama el interfecto compañero de fatigas. Fae, pues yo voy a ir a correr, qué quieres que te diga, aunque hace dos meses que no hago nada. ¿Ah, sí? Pues déjame que haga una llamadita a ver. Media hora más tarde, un buen amigo me decía que si quedaba libre algún dorsal sería para nosotros… Camiseta, calzonas de la suerte y botines. Lo demás, ya lo saben ustedes. Diez kilómetros de dolor y satisfacción, rozaduras por las plantillas nuevas y felicidad, sudor frío y abrazo de hermano al pasar por meta. No me despido de la temporada sin correr la carrera de nuestro pueblo, por mucho que hace tiempo que otros menesteres me han hecho saber que lo de este deporte viene a estar en un segundo plano. He vuelvo a sentirme un poquito más vivo que nunca, gracias, qué tontería, a un recorrido al trote para aliviar otras penas. Y ahí me ven ustedes. No salía a competir siquiera conmigo. Es la primera vez que salgo exactamente el último de la fila de corredores. Y no miento. Iba el penúltimo y dejé pasar a un señor con carrito por delante de mí para ser un día yo el farolillo rojo. Me hacía ilusión, qué diablos. Quizá haya dolores que se sientan más. He terminado. La marca, la marca: aunque no cuente, 50 minutillos justos. No está mal. Seguro que Valme no se mete conmigo en un par de días. Esos kilillos de más son una broma ya con dos iguales como ésta. Antonio Lozano, Pablito, a ver si pasamos ya a la primera línea, ¡que nos quedamos en blanco otro año!


PD: El famoso embrocador, cual bálsamo de Fierabrás, surtió efecto. ¡Toma, toma!
PD II: Prueba gráfica de la aventura, gentileza de mi amigo Paco Alés.

4 comentarios:

A. Ortega dijo...

Que crack!! corriste con una osteopatía de pubis? con lo que duele eso madre mía... Bueno, a pesar de las molestias al menos tuviste la satisfacción de hacer y terminar lo que te apetecía. Felicidades. Os admiro. Igual algún día me apunto, jejejeje.

Pablo dijo...

FELICIDADES FAE, ME CONSTA QUE CORRISTE LA NOCTURNA DE NUESTRO PUEBLO. YO EN CAMBIO ESTABA ESOS DÍAS A 3000 METROS DE ALTURA, EN SIERRA NEVADA SUBIENDO MONTAÑAS, MI OTRA PASIÓN DEPORTIVA. TENGO QUE DECIRTE QUE POCO A POCO RECUPERO EL TONO, PERO NO TE QUIERO CASTIGAR CON ESTOS COMENTARIOS. SOLO DESEARTE LO MEJOR PARA AFRONTAR LA LESIÓN QUE TIENES Y RECUERDAS: HAY LUZ AL FINA DEL TUNEL.

UN ABRAZO!!!!

Anónimo dijo...

Querido amigo, Pablo a miles de metros de altura, y yo, como desde hace ya más de tres años, a 555 km. de DH city. Es una pena para mi, porque aunque sólo por el ambiente y no por la marca, a los que nos gusta nos jode no poder correr estas populares. Me alegro por ti y por Alex. El tiempo, sinceramente malo, pero está claro que las circunstancias para ti eran peores. Pero por eso me alegro, porque ahí estuviste. Además, entiendo que volvió a hacer calor, y es que con tantos grados correr... Aquí en Madrid también pega el sol, aunque menos y debo decirte que cuando salgo normalmente entorno a las 21.00 h. las piernas no me dan, me tiran. ¿Por qué no habláis o proponéis que se cambie lafecha?.
Un cosa que me ha llamado poderosamente la atención: dices que tienes claro desde hace tiempo que correr está en un segundo plano; creo que para ti como para mi este deporte nunca fue prioritarío, nunca lo primerísimo primero, pero leo entre tus líneas cierto cansancio, cierto desánimo. ¿O entiendo mal? Espero equivocarme. Tío, no me jodas, no puedes venirte abajo.
Espero que nos veamos pronto.
Un abrazo,
A LOZANO

Fae dijo...

Amigos del running de cada día:

Pues sí, A. Ortega, que duele eso de correr con dolores en el abductor, pero como has apuntado, me pudo más la satisfacción de terminar. Hacía meses que no corría, y creo que valió la pena... Aunque me siga doliendo aún.
Pablo, me alegro que practiques también ese deporte aventura. Seguro que es complemento enriquecedor para cuando uno está lesionado. A lo mejor un día nos haces de maestro, como con el embrocador o la ruta por La Motilla!
Querido A. Lozano. Lo mejor, sin duda, fue correr. Acerca del desánimo, imagínatelo. Fascitis plantar desde octubre a febrero. En abril y hasta la fecha, pubis. Ciertamente, me he ido acostumbrando a pasar un poco de este deporte. Me ha ayudado mucho esa ocupación de octubre tan especial. De cualquier manera, llegan estos días y a eso de las nueve de la noche echo de menos una vueltecita por el parque o la rotonda. O los madrugones camino de Barranco y Doña María... En fin. Seguro que tras el verano todo empieza de nuevo. La media de Los Palacios la corro este año aunque sea cojeando. Aviso.
Un abrazo a todos.