DESAYUNO SIN DIAMANTES

Qué cansancio, por favor. Esperan días de rutina de aquí a un par de días como quien dice. La color tostada a causa los rayos verdes del sol (la leyenda era cierta) se me perderá, evidentemente, para quedarme en esa nadería del café con leche. Han pasado dos meses de parón y repostaje (ya me dirán), aunque todo, creo, sigue siendo lo mismo. Se desayuna uno por las mañanas con lo mínimo, para qué variar las costumbres. Después, un rato de prensa diaria, que no da para mucho, ya ven, las mismas cosas que ayer y por supuesto, de mañana. He de confesar una cosa. Aun sabiendo que hay noticias más que importantes hoy día (y no hablemos de la crisis, que vaya, vaya) esperaba desde hace muy poco una, que al fin ha llegado. Cuando veo un titular en la prensa sevillana léase “drogas”, “delincuencia juvenil”… y tal, temo que siga diciendo “en Dos Hermanas”. Y ya sospechaba que tenía que pasar. Se estaban haciendo frecuentes las agresiones o amenazas al personal sanitario en los alrededores para que no ocurriera al fin el hecho en nuestra ciudad. Que la casuística está para algo, y ya hacía tiempo que esta ciudad no salía en el periódico por nada reprochable… Pero pasemos página. Asuntos más importantes nos trae la mass media, si no es, de nuevo, por la insistente e irritante manía que le ha entrado a un par de medios en llamar a la genuina Selección Nacional “La Roja”. Y ciertamente, que el tema es baladí, pero no hace ni pizca de gracia. No en vano el famoso colorcillo no es más que otro eufemismo con el que evitar hablar de España, que le duele a algunos… y de paso, confrontar por enésima vez aquella vieja película de tiros que ocurrió en 1936. No sé, pero maldita la guasa de los que nos quieren hacer pasar por el aro. Y no hablo de bandos u otros colores, que por cierto, aclaro que me dan igual. Sí que me da más repugnancia la manipulación, los dobleces, el revanchismo innecesario. Pero ya digo, pasemos página, pasemos página. Qué más dará.