miércoles, 23 de septiembre de 2009

QUITARLE HIERRO AL ASUNTO...


Si hay algo que nos haga honrados, es ese curioso fenómeno que ocurre tan de tarde en tarde. Como todo hijo de vecino, un servidor, que es tan así, viene de fábrica cortado por la misma tijera que la mayoría de sus congéneres. Por eso, y sin que sirva de precedente, he de reconocer que aquella noche de viernes, en pleno mes de abril, no supe responder coherentemente a lo que me proponía la televisión. Samanta, la periodista guay de Cuatro, que se llevó la tía 21 días con los gitanos de El Vacie, se metió de lleno en un robo en directo, unos pocos de kilos de hierro y una furgoneta cutre para huir. Conducía ella misma. Después de seis meses, noticia al canto: colaboradora forzosa del atraquillo a las tres de la tarde. Han proliferado últimamente este tipo de programas de sociedad en los que un nota te pide permiso para entrar a tu casa mientras ya ha puesto el pie en la alfombra del salón. Estamos acostumbrados a que, cuando hay una cámara delante, especialmente si es para salir en la tele, no pasa nada, salvoconducto para hacer o decir lo que a uno le dé la gana… Algo así como en el fútbol, donde ocurre un caso digno de estudio. Entre el rectángulo verde y las vallas o las gradas, todo ser humano viviente puede insultar, amenazar o agredir al vecino sin que la cosa pase a mayores, reglas del juego. Por eso, medio año después entono mi craso error: vi aquel día a la Samanta Villar esta y me dejé seducir por la novedad de representar –otra vez- las miserias ajenas en formato 16:9. Olvidé, y por eso pido disculpas, que presencié un delito, y me pareció tan aburrido que no hice más que cambiar de canal.

1 comentario:

chicuelo dijo...

Hombre, la cosa no está tan mal teniendo en cuenta que la tía es atractiva...