miércoles, 10 de diciembre de 2008

A ESTA ALTURAS...


He abandonado este espacio por espacio de diez días, vicisitudes más o menos justificables que así lo han dispuesto, y resulta que han pasado de lado tantas cosas que ahora sería casi imposible de recuperar. Como a veces duele el recuerdo de los reciente y más vale desprenderse de lo cotidiano para tomar aire y proseguir la carrera, de esta guisa me presento hoy ante este sufrido lector, a sabiendas de que poco destacable tengo que decir, todavía. Que el sistema económico mundial trata por todos los medios de salir a flote, que los asesinos de ETA van cayendo al fin como pajaritos… últimas reminiscencias de conflictos políticos; una monja altruista en el Congreso, una Constitución que bien podría ponerse a la moda para regocijo de nacionalistas, que ya se frotan las manos. Pero como la vida continúa, aun nuestras vidas son los ríos, toca sufrir, pero apretando el paso. En eso estamos, con el permiso de ustedes.

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