lunes, 1 de diciembre de 2008


Acabo de leer a Antonio Burgos, algo que no hago todos los días, ni siquiera una vez a la semana. No es de mi estilo, en fin. Pero por casualidades de la vida, y un buen titular de esos impactantes, me he enganchado a la lectura. “Feria del Toro, PER de señoritos”. Amante o no de la fiesta, el sufrido lector de estas líneas bien podría echar un vistazo en www.abc.es para leer la columna del ínclito. Resulta que este año en Sevilla no se celebra la llamada Fiesta del Toro debido a que la administración pública no subvenciona a los empresarios. Un total de 400.000 euros. Y verán ustedes. Burgos es defensor del toreo y de los buenos toreros (tengan miedo, mucho miedo o ninguno), pero lleva ahora más razón que un santo. Que los ricos empresarios de este supuesto arte no apechuguen y desembolsen la cantidad necesaria para su posterior provecho es cuanto menos que miserable. Ricos podridos los cuatro o cinco grandes ganaderos o “Empresas” (léase Maestranza, Las Ventas… jamás entenderé por qué le llaman así) no se conforman ya con los pingües beneficios que sacan anualmente. Encima, que el Ayuntamiento o la diputación subvencione su enriquecimiento. Y el Ayuntamiento, diputación, conserjería o la madre que los parió somos todos, oiga. Y que esta vez, y sólo por esta vez, no se pague con el dinero de todos lo que será dinerito sólo para unos pocos, pues muy bien. Que se promocionen ellos, si es que quieren. Es paradójico esto del mundo del toro. Pero no es nuevo que las arcas públicas paguen a toca teja. ¿Cuántas corridas se organizan en los pueblos y es el Consistorio quien paga la instalación de la plaza, los servicios sanitarios, una parte de los emolumentos de los toreros…? ¿Saben ustedes quién se lleva la taquilla? Una cosa es colaborar con iniciativas de todo tipo. Otra cosa es sacarle los cuartos a los demás sólo y exclusivamente para llenar la buchaca. Pues que no haya Fiesta del Toro. Que está la vida mu mala. Que le pregunten a tantos parados en España (busquen ustedes concretamente en Dos Hermanas) o a los 1.100 hipotecados que en Sevilla ya han perdido el piso por impago, si a cambio de no ofrecerle el gobierno alguna solución, los invita a que se den una vueltecita por el Palacio de Congresos.

1 comentario:

J10 dijo...

Ergo ni esto es arte (ni hay amor al arte) ni estos tipos son empresarios como Dios manda ni hay un interés verdadero en sacar la tauromaquia del miserable pozo en el que se ha metido en las últimas décadas. Aquí sólo hay un grupo elitista de señoritos acostumbrados a chupar del bote de todos que cuando el bote general no da, se cruzan de brazos. Yo lo sé desde hace mucho tiempo, pero me alegro de que otros se den cuenta. Tiempo al tiempo.