lunes, 25 de mayo de 2009

FELICIDADES POR OCHO


En estos días, el Bar Esperanza ubicado en el mirador de la plaza del Emigrante celebra 80 años de historia. Llevaba algún tiempo sospechando este acontecimiento, que no es para menos. Y, dadas las circunstancias que concurren en este sitio, creo que para Hoy es Siempre Todavía la efemérides es un motivo de satisfacción. En estas cuentas estaba, cuando he caído en consideración de algo que tal vez hubiera sido la portada de este humilde blog en aquel noviembre de 2007. Precisamente la fotografía que ilustra la primera visión que tienen sus visitantes, elegida a tal efecto por su correspondencia con el título de la web, jamás la he explicado hasta ahora. Y por eso, entiendo, que estas ocho décadas bien merecen esta reflexión, aunque sea ahora. En fin, si Hoy es siempre todavía lo será con fundamento, al contemplar la primigenia imagen que ven ustedes ahí en blanco y negro. La tomé prestada gracias a mi amigo David Hidalgo. Si no me equivoco, esté fechada en la década de 1920. Quizás 1928, fíjense la casualidad. ¿Por qué está siempre ahí, en el inicio? Sin duda, porque en ella se resume el paso del tiempo, tan fugaz, pero tan eterno. Tan cambiante, pero a la vez pertinaz y ejemplo de constancia. Hoy es siempre todavía (estamos a tiempo)... por eso la imagen resume el principio y el fin de la vida. El niño que juega con el triciclo en mitad de la calle, la señora mayor enlutada que camina apesadumbrada en mitad del empedrado. Mi pequeño homenaje, mi guiño al todavía lo acabo de hacer esta misma tarde lunes tormentoso (en lo personal, claro, que la jornada ha sido radiante de luz y ánimos por la calle). Podría mentirles, al menos piadosamente, y perjurar que la foto tomada hace unas horas ha sido mecánicamente estudiada para que se complemente con la original. Les aseguro que no. He intentado repetirla posteriormente, pero ha sido disparar y cruzarse por el medio esa niña (el camino) con su madre de la mano (el cauce). De alguna manera, 80 años después, la señora mayor y los niños que se distraen en mitad de la plaza. Así que ¡felicidades!, que Hoy es Siempre Todavía, nosotros que podemos verlo, que estamos a tiempo, echando el pulso aún.

Muchas gracias.

No hay comentarios: