lunes, 7 de junio de 2010

UNA FOTO PARA LA PROSPERIDAD

Venía de vuelta con la radio puesta y, una jornada más allá de la procesión del Corpus Christi de Dos Hermanas, escuchaba la voz de un concursante que ganó hace pocos meses cierto concurso de preguntas y respuestas de televisión. Era uno de esos ratos que, sin ton ni son, ofrecen pocas certezas: no sabía qué decir de esta festividad, de la cofradía, del derroche de gentío y altares por el recorrido. Al hilo de las palabras, según José Manuel Lucia, me llegó la inspiración. A veces, incluso un error es práctico, enriquecedor. Nos equivocamos con el mensaje, decimos lo que no quisimos decir, callamos a tiempo por si acaso. No así le ocurrió a una señora, ignorante ella, cuando le dijo a sus familiares que se hicieran juntos “una foto para la prosperidad”... Está claro que el poder que tienen las imágenes es abrumador. Por sí solas se remedia todo aquello que jamás podríamos decir siquiera con el DRAE de par en par. Cosas que huelgan, en fin, circunstancias personales que pasarán, como siempre. La procesión de Jesús Eucaristía no fue ayer la misma que conocimos hace ahora, casi exactamente, 20 largos años. De caras por definir de quinceañeros y calles vacías, pese al empeño juvenil e ilusiones, entonces, intactas. Todo ha cambiado, ya ven. Desde las flores de los pasos (vuelta a los orígenes de blanco purificador y multicolor para la Virgen, pretérito imperfecto tanto tiempo ha) a los altares conocidos y por conocer (antes había que invitar a colaborar con la fiesta el Santísimo, ahora los hay que se ofrecen o aparecen en una fachada por arte de gracia). De casi una cincuentena de acólitos, ciriales, incienso en navetas y canastos en flor, que no en vano, ya saben, nosotros somos flores… Por eso, y pese a lo que vendrá, la foto de este Corpus paradigmático él ha sido el de la prosperidad. Miren, si no, las fotos.

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