sábado, 20 de junio de 2009

DIARIO PERSONAL (HORAS BAJAS I)


A la espera de una tranquilidad que buscamos cada uno de nosotros ahora que el tiempo se vuelve más incómodo aún por aquello del calor y el fatum, las tareas que tenemos asignadas por sorteo van terminando. Contaré las horas, minutos y segundos, los cuales habrá que apreciar intensamente, todavía. Va siendo hora ya de despreocuparnos de unas materias para ocuparnos, y esta vez de verdad verdadera, de otras. El curso que termina ha tenido poca misericordia. No nos ha dado un respiro pese a que lo hemos combatido con voluntad de hacer y no deshacer, de participar y no desgastarse. Hemos estado ahí, ya ven, aunque se minimicen sus efectos. Por eso y más cosas, bochornoso espectáculo veraniego que me unirá a las flores de octubre, necesito echar la vista más allá de esta ventana. Llevaría lo necesario. No más de tres o cuatro cosas que usted y yo sabemos. Tras este hueco se esconde un fenómeno azul de agua, claridad y sosiego.

PD: No creo que a mi amigo Alfonso le preocupe haber servido de imagen a esta entrada.

No hay comentarios: