COSAS DEL COLEGIO

Guats de minin of...? Preguntaba yo en clase de 1º de BUP aquella mañana de infausto recuerdo. el profesor de Inglés no me ponía cara, pero una creciente ola, un rumor atrevido desde el fondo del aula me hacían ver que algo no funcionaba. Con 13 años y poco más, hay cosas en la vida que no se pueden pasar por alto: unas simples risitas cuando hablas; una mirada, y tras de ella, un surruro al oído suponen serios incovenientes para desarrollar con plenitud nuestra existencia juvenil. Aquellos años de instituto son ahora vagas imágenes borrosas cercanas al sueño. Entre aquellas cuatro paredes se escondían dos simples opciones, cada cual a elegir: subsistir burlándote tú primero, o por toca, del vecino de al lado... o ser objeto de burla, en fin. No estábamos preparados para otra cosa... Algo de bueno tenía que aportarnos la reforma educativa, en donde el nivel de exigencia es tan bajo que ya no preocupa cómo pronunciamos en Inglés, ni si se saben los principales ríos de España. Hacer un simple resumen en clase con gente (humana) es una tarea triste. Los hay que aseguran no poder hacerlo, jamás. Al menos, en esta nivelación de la voluntad, a la baja, no se aprecia hoy entre los escolares aquella saña bárbara y perspicaz, pero inocente y nunca más allá, que reinaba en nuestros tiempos. Ya no se meten los niños con las niñas, ni juegan o hablan aparte, sino que son entrañables amigos en la edad del pavo; ya no se mira de reojo a los diferentes, sino que se los quiere y aprecia; que ya se igualó la cultura, a todos por igual... pero a qué precio. No se molesten en hablar correctamente. No le entenderían.