jueves, 15 de abril de 2010

SEÑALES


Hay señales de tráfico. Señales en el cuerpo, señales en las montañas, los valles, los campos ondulados de la siembra. Señales que parecen invisibles, como las del corazón cuando nos duele o nos alegra la vida, alguien o algo. Señales acústicas como cuando antiguamente pasaba el tren a nivel. Luminosas, como el rubor en una cara del tímido, la picardía, ojos brillantes del malicioso. Señales ínfimas, imperceptibles, como el gesto que sólo comparten los elegidos, señal ésta placentera y cómplice llegada la hora. Señales del tiempo, del sol, de la luna, de las primaveras. Señales en los periódicos, en la televisión, señales impúdicas en las puertas de los servicios públicos, en los gritos del personal, en un paso de peatones. Señales surgidas al terminar una canción, al sentir que ahora empieza, señales con sólo recordar aquel instante. Señales, en fin, que tenemos tan cerca aunque, tan lejos, no solemos apreciar.

1 comentario:

L dijo...

Quizás nuestro trabajo en el mundo sea sólo el de descifrar señales. Tirar de ellas y sus significados.
El escritor ve esas señales y las sabe unir, siempre llega a alguna parte. Como tú también las sabes ver.