lunes, 24 de marzo de 2008

TRES MESES


En la vida, marcarse metas es una manera más de salir adelante frente a la cotidianeidad triste de cada día. La rutina, si se hace llevadera, nos anestesia de tal manera que precisamente por poco dolorosa se hace aún más violenta. Una especie de muerte dulce capaz de abrazarnos y dejarnos sin respiro casi sin darnos cuenta. Por eso, nada mejor que apretar el paso, buscar la motivación necesaria y comenzar algo distinto. En éstas ando ahora, porque acabo de mirar el calendario, que hasta hoy me parecía poco importante. Me ha asaltado la angustia al mirarlo, debido a lo inabarcable que se me hacen ahora tres largos meses con poco que hacer, si es que no hay nada que hacer. Ante este horror vacui trataré de reencontrar nuevas luces, olvidar viejas sombras.

No hay comentarios: