EN TODA LA BOCA...

El golpe que recibió el domingo Berlusconi se ha convertido en la noticia de la semana.Que a un señor conocido le den un sopapo en público, y encima, aparezcan babas y sangre de por medio, será siempre plato principal (ingredientes adecuados) que la prensa gusta en abrir a toda página, o en las cabeceras de los telediarios. Den por hecho también que tal despliegue se ha debido a la controvertida condición del ínclito, quien de seguro no podrá comer carne (ni pescado) en unos buenos días. Resulta que eso de quedarse sin dientes, con magulladuras faciales y la nariz rota no es cosa baladí.. Me temo que la maquinaria periodística se ha puesto en marcha a revientacalderas, quizás movida, aparte del cargo de importancia del sujeto, por cierto regocijo a la hora de mostrar hasta el más ínfimo detalle las consecuencias de la agresión. Algo así como la satisfacción del Arcipreste de Hita a la hora de contar sus historias amorosas en el Libro de Buen Amor, cual zorro que se relame ante un carnero degollado exangüe. Que vanagloriarse y hacer "placer deleitoso" ante una persona ingrata (odiada, o al menos, poco propensa a nuestra simpatía) siempre ha sido actividad gratuita, deportiva e (inter) nacional.