1.- Ahora, resulta que es mejor hacer los exámenes de oposición a lápiz. Atrás han quedado obsoletos métodos de ayuda al corrector, como alguna marca al principio de un folio, o abrir antes de nada el sobre identificativo del examinando.
2.- La Navidad ha comenzado, al fin. Sí, porque al día 3 de diciembre ya iba tardando. Hoy, más de un alcalde de pueblo habrá apretado el botoncito, en connivencia con la asociación de comerciantes de turno. ¡Ah, el espíritu navideño! Qué gracia este país: hay algunos (al menos, no todos) que afilan las uñas para atacar a la religión, pero anuncian su fiesta más grande a bombo y platillo.
3.- Dos en un burro. No hay mejor razón que la que se cambia para satisfacer a cada cual que te protesta. Por eso, el Gobierno anuncia que un día se cierran las páginas de descarga de internet. Al día siguiente, ni se tocan. Un ciego le dijo a otro que él sería su lazarillo y le guiaría por el camino…
4.- Laporta, ese gran político. Entre ebrio y perturbado, su aspecto en la fiesta tras la victoria del Barcelona ante el Real Madrid no se irá tan pronto de nuestras retinas. Al menos, sustituirá al protagonista de nuestras pesadillas habituales. Y para eso entra uno en el fútbol, para que le arruinen de un plumazo sus aspiraciones políticas.
5.- Retirada de crucifijos en las aulas. Su sola presencia podría perturbar irreversiblemente a los alumnos, esa clase social a la que cualquier ayuda que se le preste para mejorar es poca. Sí es más extraño que en muchos centros hayan desaparecido de las aulas también la foto de los Reyes de España.
6.- Karmele a Eurovisión. La cosa tendría su gracia, lo malo es que llega tarde. Los de ese periodista de premio Ondas no tiene límites. Ideólogo del mal gusto, ha hecho carrera con la provocación, aunque siempre cobarde. Ahora, con Karmele por delante, aumenta cuota de pantalla. Demonios, que la idea es buena… pero ya se ha hecho. Ya no tiene gracia.
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