miércoles, 9 de febrero de 2011

QUEDAN CUATRO DÍAS: MASAJE TERAPÉUTICO


El otro día me decía el Álvaro, "Illo, quién te iba a decir a ti que íbamos a estar corriendo hoy por Bellavista". Y se quedó tan pancho. No cayó en la cuenta que ese ritual camino de Barranco y la Dehesa de Doña María ya los conocía sobradamente desde hace años. Pero eran tiempos de carreras más cortitas y menos peligrosas que la Maratón. Acerté a decirle que era eso mismo, los 42 kilómetros del domingo a los que diría lo de "quién me iba a decir a mí". Y me acuerdo de la cosa porque hoy mismo ha tenido una sesión de recuperación muscular. Así, como suena. Cualquiera que lea esto creerá que está tratando con Martín Fiz, o la Linda evangelista del atletismo. Por eso, a mí concretamente también me sorprende que en la agenda incluya una visita a Zamudio, el fisioterapeuta con manos de oro, que descarga la musculatura en vísperas de líos como el que se nos avecina. Ya me ha sacado antes de otros apuros; que de tirones, sobrecargas y roturas tiene para parar un tren. Una animada charla, así, mientras te está estrujando los gemelos, es bálsamo para el día de mañana. Sólo hace falta comprobarlo. Espero que esta vez también me sirva.

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