domingo, 2 de diciembre de 2007

VERÉIS


Veréis. La conocí de pequeño, pero hasta que no la vi de cerca, jugué o reí junto a los que se preocuparon por Ella, tal vez no le hiciera mucho caso. Pero lo cierto es que nos fue llamando poco a poco. Con locuras, inconsciencias juveniles de apenas quince años, nuestra relación se estrechaba. Fui uno de los que se atrevieron a pasear junto a Ella en 1990, y me fundí en un abrazo inexperto terminada la tarea. Sé que hubo lágrimas, hubo mucho empeño. Ha pasado mi vida junto a Ella muchas veces, acaso sin dame cuenta... y sin negarla, la he tenido presente, pero menos presente que a la de los Dolores o nuestra Virgen. ¿Y sabéis? Un día se fue. Se la llevaron manos hermanas. Hacía un calor fugaz de septiembre. Nos despedimos. En un viaje a Sevilla se quedó mientras volvíamos como si tal cosa. Pasaron algo más de dos meses, aunque os aseguro que mientras tanto, experimenté que no había mayor Dolor, ni Protección, que sofocara la extrañeza de su ausencia. En su lugar habitual, ahora vacío, aprecié su figura enmarcada. El tiempo era todavía. Una llamada a tiempo me invitaba a ir a recogerla. A las puertas de un barrio sevillano, Ella estaba aguardándonos. Y lo hacía como nunca. Radiante, juvenil, lozana. Sonriente. Nos tendía otra vez su mano derecha. Porque somos hijos de su Divina Semblanza, porque hemos crecido ajenos a sus desvelos. Siempre estuvo ahí. Y ahora vuelve. Lo hará, posiblemente, sorprendiéndonos con su humildad tan manifiesta: un primerísimo segundo plano, constante. De esta manera velará por nosotros, como si no pasara el tiempo. Su tiempo. Pastora de nuestras Almas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no crecí con Ella. Ya era mayorcito cuando se cruzo en mi vida. Antes habia visto infinidad de veces peinar sus tirabuzones en mi casa.
Pero fue un proyecto q parecia no arrancar. Algun día habrá que escribir la historia de algunas conversaciones de pelos blancos y un servidor.
Lo bueno es q se recuperó la tradición, el pasado. Disfrutamos de un presente y esperamos mucho del futuro. Y mi futuro pasa por sus manos. Recuerda aquello q dije de Tú q eres Dulce Pastora del pecador y que las almas apacientas, con tu cayado al morir, la mía guía hacia el Señor.

felipe dijo...

Yo no crecí con Ella. Ya era mayorcito cuando se cruzo en mi vida. Antes habia visto infinidad de veces peinar sus tirabuzones en mi casa.
Pero fue un proyecto q parecia no arrancar. Algun día habrá que escribir la historia de algunas conversaciones de pelos blancos y un servidor.
Lo bueno es q se recuperó la tradición, el pasado. Disfrutamos de un presente y esperamos mucho del futuro. Y mi futuro pasa por sus manos. Recuerda aquello q dije de Tú q eres Dulce Pastora del pecador y que las almas apacientas, con tu cayado al morir, la mía guía hacia el Señor.