lunes, 29 de septiembre de 2008

FOOTING TONIGHT


El anuncio de una carrera tan multitudinaria como la del pasado día 26 de septiembre invita más a descansar en la casa de uno que a llegar hasta La Cartuja en la hora punta de un viernes cualquiera. Mira que se espabila la organización de la veinteañera Nocturna del Guadalquivir para mejorar cada cita anual, pero el gigante con pies de barro que es la más importante jornada popular de atletismo sevillano no parece tener soluciones. Y no lo digo porque la puesta en escena sea mala o los corredores estén mal atendidos. Más bien todo estriba en la imposibilidad de que más de seis mil personas se concentren en menos de trescientos metros cuadrados con la esperanza de no pasar ninguna incomodidad. Lo primero, ciertamente, es la llegada a la zona. Pocos aparcamientos, desconcierto máximo y por consiguiente, tardanzas, nerviosismo y desubicación. Este tipo de actos deportivos no está para hacer marcas, ni competir inútilmente con el que llevas al lado, pero tampoco para ir codeándote (literalmente) con el personal desde la misma raya de salida hasta pasado el segundo kilómetro. La masificación en estos acontecimientos, una aspiración pretendida y además muy sana, debería ser consecuente , y por ello, la salida no podría ser tan estrecha como ahora. No estaría de más tampoco separar a los corredores por edades o marcas, en fin. Como cada año, hay gente que pasa miedo cuando se comienza a correr medio a oscuras y se está muy cerca de pisar a los de delante. Pero bueno. La verdad es que no estuvo mal, porque en definitiva uno participa en estas cosas por motivaciones propias, y lo demás nos es un poco ajeno. En los 12 kilómetros del recorrido, paradójicamente, no sufrí lo mismo que el año pasado, tan mal de forma y con un calor brutal. La cosa estaba en los tiempos. A cada paso kilométrico me ofuscaba más, sin entender por qué no veía en los números lo que pensaba, que marchaba mejor que nunca. Pasaron varios miles de metros para darme cuenta. Fui prácticamente todo el camino zigzagueando, o parándome por las molestias de un atleta más lento que me cerraba la salida por el lateral de la calle… En la meta, en la preciosísima pista del estadio olímpico, 57 minutos y 41 segundos. No está del todo mal. Si nada lo impide, en diciembre nos vamos de Media. De Dos Hermanas a Los Palacios no hay ni dos horas de paso.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades!!! simplemente os admiro por hacerlo. De momento a mi me parece una gesta imposible. Cada vez que he intentado prepararme para alguna carrera popular me ha sucedido algo. Crees que me daría tiempo a prepararme la media a Los Palacios?? Jejejeje. Creo que sería una misión imposible, aunque como dice el anuncio "IMPOSIBLE IS NOTHING". Saludos y enhorabuena por el blog.

Fae dijo...

¡Muchas gracias, Antonio! Seguro que si nos ponemos después de la Romería (dos meses jutos hasta el 21 de diciembre) terminamos la Media. Ya sabes que te damos de alta en nuestro "club" en un segundo.Nos vemos.

Pablo G.C. (kilometradas.blogspot.com) dijo...

Ya sabes Fae, estoy ya en ello, ya está aquí el 21 de diciembre. Saludos

Pablo G.C. (kilometradas.blogspot.com) dijo...

Por otra parte, este año vi la nocturna del Guadalquivir algo desmadrada, tal vez es la maxificación y los corredores ocasionales motivado por la entrada en el estadio de Olimpico que se señalan esta carrera para correrla y la única que corren en el año, creo que la oranización deberí de darle solución a este número elevado de corredores en lo que a la organización respecta.

Fae dijo...

Es verdad, Pablo. Coincido con esa opinión. No es que seamos bólidos, pero la mayoría del personal de la Nocturna es corredor muy ocasional. Quizás distribuyendo a la gente de alguna manera todo sería distinto. Más viable veo que se busque una salida en un lugar más abierto. Y lo hay, lo hay.